Domingo XIX Tiempo Ordinario Ciclo C
Evangelio según
San Lucas 12, 32-48
32 “Mi pequeño rebaño, ¡no tengan miedo! Porque el Padre se complace en darles el Reino. 33 Vendan todo lo que tienen y den limosnas. Háganse bolsas que no se rompan y mantengan un tesoro en los cielos que nunca se termina, porque los ladrones no pueden robarlos allí, y las polillas no pueden destruirlos. 34 Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón”.
35 Jesús les dijo:
“Prepárense para todo: sujeten bien su ropa con el cinturón y mantengan las lámparas encendidas. 36 Sean ustedes como los empleados que esperan al jefe, que regresará de la fiesta de bodas. Tan pronto como toque a la puerta, los empleados le abrirán. 37 ¡Felices son aquellos empleados que el jefe encuentra despiertos y preparados! Les digo ciertamente que el jefe mismo se preparará para servirles, les ordenará que se sienten a la mesa y les servirá. 38 Serán felices aquellos empleados, si el jefe los encuentra preparados, incluso si llega a la medianoche o en la madrugada.
39 Sepan que si el dueño de la casa supiera a qué hora vendría el ladrón, no lo dejaría entrar a su casa. 40 Ustedes también manténganse en guardia, porque a la hora que no piensen llegará el Hijo del Hombre”.
41 Entonces Pedro le preguntó: “Señor, ¿es esta parábola solo para nosotros o para todos?”
42 El Señor le respondió:
“¿Quién, entonces, es el empleado fiel y prudente a quien el señor pondrá a cuidar los de su casa para que les dé sus comidas en el momento adecuado? 43 ¡Feliz será ese empleado que hace esto cuando llega el señor! 44 En verdad les digo que lo pondrá a cargo de todos tus bienes. 45 Pero si ese empleado dice en su corazón: ‘Mi señor tardará en regresar’, y empieza a golpear a los empleados y las empleadas, y a comer, a beber y a emborracharse. 46 Entonces el señor de aquel empleado volverá el día en que menos lo espera y a la hora en que menos lo piensa, lo castigará duramente y le dará la misma suerte donde van los traidores”.
47 “El empleado que conoce la voluntad de su señor, pero no se prepara y no hace lo que quiere, será castigado con muchos azotes. 48 Pero el empleado que no la conoce e hizo cosas que merecían castigo, será castigado con pocos azotes. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se le pedirá; y al que mucho le han confiado, más se le exigirá”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
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