Jueves I Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B
Evangelio según
San Marcos 1, 40-45
40 Un leproso se le acercó rogándole de rodillas diciéndole: “Si quieres, puedes sanarme”.
41 Jesús sintiendo compasión, lo tocó y dijo: “Si! quiero. Estás sano”. 42 Al instante la lepra desapareció y fue sanado.
43 Enseguida Jesús le ordenó severamente al despedirse de él: 44 “¡Mira! No le digas esto a nadie, pero ve y muéstrate al sacerdote para que te examine. Luego, para demostrar a todos que estás curado, ve y ofrece el sacrificio que Moisés ordenó”.
45 Pero el hombre, apenas se alejó comenzó a contar lo ocurrido y se corrió la voz. Es por eso que Jesús ya no podía entrar tranquilamente en ninguna ciudad, sino que estaba en lugares despoblados, pero aun así gente de todas partes venía a buscarlo.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
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