Jueves IV Semana de Cuaresma Ciclo C
Evangelio según
San Juan 5, 31-47
31 “Si yo doy testimonio de mí mismo, entonces lo que digo en testimonio no tiene valor. 32 Pero hay otro que testifica a mi favor, y sé que lo que dice sobre mí es cierto. 33 Ustedes enviaron mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de lo que es verdad. 34 Sin embargo, no es que yo pretenda obtener de ningún ser humano testimonio en mi favor; pero se los recuerdo para que ustedes se salven”.
35 “Juan era como una lámpara encendida y brillante, y por algún tiempo ustedes se alegraron con su luz. 36 Pero yo tengo un testimonio a mi favor aún mayor que el de Juan, porque las obras que el Padre me ha dado para cumplirlas, esas mismas obras que hago dan testimonio de mí y prueban que el Padre me envió. 37 El Padre, que me envió, también da testimonio de mí. Pero ustedes nunca han escuchado su voz, ni han visto su rostro. 38 Tampoco tienen su palabra permaneciendo en ustedes porque no creen en aquel que Él envió. 39 Estudian las Escrituras porque creen que encontrarán la vida eterna en ellas, pero ellas son las que dan testimonio de mí, 40 y ustedes no quieren venir a mí para tener vida”.
41 “No trato de ser alabado por la gente. 42 Al contrario, yo los conozco y sé que no tienen el amor de Dios en ustedes. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me reciben, pero si otro viniera en su propio nombre y autoridad, a ése recibirían. 44 ¿Cómo van ustedes a poder creer, cuando andan aceptando gloria unos de otros, pero no buscan la gloria que viene del Dios único? 45 No piensen que yo los voy a acusar delante del Padre; ya hay quien los acusará: Moisés, en quien ustedes han puesto la esperanza. 46 Si creyeran en Moisés, también ustedes creerían en mí, porque él escribió sobre mí. 47 Pero si no creen en sus escritos, ¿cómo van a creer en mis palabras?”
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
Clic en 👉🏼"REFLEXIÓN"