Miércoles XVI Semana Tiempo Ordinario Ciclo C
Evangelio según
San Mateo 13, 1-9
1 Aquel día, Jesús salió de la casa, se sentó junto a la orilla del lago, 2 y se le acercó a su alrededor, una gran multitud, de manera que se metió en una barca para sentarse; y la multitud estaba de pie en la playa. 3 Jesús les hablaba muchas cosas en parábolas, diciéndoles:
“He aquí que un sembrador salió a sembrar. 4 Cuando estaba esparciendo las semillas, algunas cayeron al costado del camino y las aves vinieron y se comieron todo. 5 Otra parte de las semillas cayó en un lugar donde había muchas piedras y poca tierra. Las semillas brotaron rápidamente porque el suelo no era profundo, 6 pero cuando salió el sol, quemó las plantas y se secaron porque no tenían raíces. 7 Otras semillas cayeron entre las espinas, que crecieron y ahogaron las plantas. 8 Pero una parte de las semillas cayó en buena tierra y produjo fruto, sobre la base de ciento, sesenta y treinta granos por semilla. 9 El que tiene oídos que oiga”.
10 Entonces los discípulos vinieron a Jesús y le preguntaron: “¿Por qué usas parábolas para hablar con ellos?”. 11 Él respondiendo, les dijo:
“A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos, pero a ellos no. 12 Porque al que tiene, le será dado para que tenga más; pero al que no lo tienen, incluso lo poco que tienen le será quitado. 13 Por eso les hablo en parábolas, porque viendo, no ven; y oyendo, no oyen, ni tampoco entienden. 14 De esta manera se cumple en ellos la profecía de Isaías que dice”:
“Oirán de oído, pero no entenderán; mirarán mirando, pero no verán nada. 15 Porque los corazones de este pueblo se han vuelto insensibles: se han tapado sus oídos y se les han cerrado los ojos. Si no hubieran hecho eso, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con la mente y volverían a mí y los curaría”.
16 “Pero felices los ojos de ustedes, porque ven, y sus oídos porque oyen. 17 Ciertamente les digo que muchos profetas y personas justas desearon ver lo que están viendo, pero no pudieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron”.
18 “Por tanto, ustedes escuchen y aprendan lo que significa la parábola del sembrador: 19 cualquiera que escucha el mensaje del Reino, pero no lo entiende, es como la semilla que se sembró al costado del camino; el Maligno viene y arrebata lo que se sembró en el corazón.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
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